Estamos a punto de despedir nuestro calzado de invierno hasta la próxima temporada y dar la bienvenida al calzado de primavera/verano 2014.
Si queremos que nuestras botas o zapatos sigan relucientes cuando el frío vuelva a ser el protagonista, debemos tener en cuenta una serie de precauciones o cuidados que alargarán la vida de nuestro calzado aún más.
Limpieza de zapatos
En primer lugar, limpiar los zapatos. Nunca guardes un zapato sucio. Primero eliminaríamos la suciedad con un trapo en seco, para luego con un trapo húmedo y los productos específicos según el tipo de piel (como ya explicamos en esta entrada del blog) lavar el zapato hasta que quede perfecto.
Uso de hormas
En segundo lugar, lo ideal sería utilizar hormas de madera específicas, como las que puedes encontrar en nuestra Web o si prefieres utilizar trapos viejos o papel de periódico para evitar deformaciones o arrugas en el zapato.
Guardarlos en cajas
Por último, guardar los zapatos en su caja o en bolsas de tela. Si son las cajas originales además nos ayudan a saber lo que hay dentro sin necesidad de abrirla. Un consejo: que el refugio de verano de los zapatos no sea muy húmedo, a veces los cambios bruscos de temperatura pueden dañar las suelas y las pieles.
El calzado agradecerá estos cuidados y se mantendrá como nuevo más tiempo.