Un adecuado mantenimiento de nuestro calzado es la clave para evitar que se deterioren antes de tiempo. Mucha gente en la tienda nos pregunta cómo limpiar los zapatos, nos muestran sus dudas respecto al ante, por ejemplo. Nosotros siempre respondemos lo mismo: El zapato de piel debe ser tratado igual que nuestra propia piel, con mimo y cuidado.
En esta entrada vamos a explicaros algunas pautas sencillas para el mantenimiento de nuestro calzado.
En primer lugar hay que diferenciar el tipo de piel. No todas las pieles deben ser tratadas igual pues tienen diferente proceso de fabricación.
Estas son las pieles básicas en el mundo del calzado:
CUERO LISO
Es la piel más utilizada. Tiene un acabado liso que repele el agua y la suciedad. Está cubierto de sus propias grasas que con el tiempo se van deteriorando, por tanto nuestro objetivo será reemplazar esas grasas y devolver al cuero firmeza y suavidad, consiguiendo con ello brillo y color.
Primero eliminaríamos los restos de suciedad con una esponja suave o paño húmedo. La dejaríamos secar de manera natural, siempre a la sombra y sin excesos de calor.
Una vez que el zapato esté seco, ya podríamos aplicar crema nutritiva, crema con color o incolora para devolver al calzado su aspecto inicial.
En nuestra página Web puedes encontrar productos de limpieza de Mephisto específicos como la espuma especial (jabón específico para todo tipo de pieles) y champú especial para cuero y charol.
NOBUCK O ANTE
Es un tipo de piel con una fabricación especial para conseguir esa felpa uniforme. La limpieza de este tipo de piel se realiza con un cepillo específico (que podéis encontrar en nuestra página Web) que peina las fibras sin dañarlas. Para manchas más difíciles, existen en el mercado borradores especiales. En caso de manchas líquidas, que son más difíciles de limpiar, es conveniente mojarlos de manera uniforme para que una vez limpios, el color se mantenga homogéneo. Después dejarlos secar a la sombra.
Para reparar el color e impermeabilizarlos, en nuestra página Web puedes encontrar aerosoles para reavivar el aspecto.
CUERO ENGRASADO
Es un tipo de piel tratada, pasando la uña por encima podemos ver que la cera se desplaza. Es un material repelente a los líquidos.
En primer lugar hay que eliminar la suciedad, si es excesiva es posible limpiar el zapato con jabón neutro y abundante agua.
A continuación, dejar secar de forma natural a la sombra, como hemos dicho anteriormente, y por último engrasar el zapato, con grasa nutritiva o si es posible con grasa de caballo.
PIEL CON GORE-TEX
Se limpiará según el tipo de piel pero teniendo en cuenta esto: No es conveniente aplicar cremas nutritivas porque puede perder impermeabilidad.
CHAROL
El charol es cuero recubierto de una capa de barniz brillante. Es un material muy resistente a la suciedad y al agua.
Su mantenimiento es muy sencillo, no necesita muchos productos, solamente aquellos que eviten la rotura del charol. Un consejo útil es guardarlos con hormas o con papeles en su interior para evitar que se formen pliegues.
Esperamos que estos consejos hayan sido útiles y que te ayuden a disfrutar de tus zapatos en las mejores condiciones durante mucho más tiempo.